Los faros de Gran Canaria ilustrados: ruta entre acantilados, viento y acuarelas
La ruta por los faros de Gran Canaria es mucho más que un recorrido paisajístico. Es una forma de abrazar el carácter salvaje de la isla, de detener el tiempo frente al mar y de dejarse llevar por el sonido del viento golpeando los acantilados.
En Vagalume, cada faro es también una acuarela, una historia pintada desde la emoción del momento, un cuaderno de viaje con sabor a sal y luz atlántica. Aquí te comparto los faros que visité y pinté durante mi ruta por Gran Canaria, con enlace a cada entrada donde te cuento la experiencia completa.
Un recorrido con alma de faro
A menudo los faros se quedan fuera de las rutas turísticas habituales, pero quienes los buscamos sabemos que esconden algo más: soledad luminosa, dramatismo natural, puntos de fuga que inspiran. Gran Canaria conserva varios faros activos y cada uno tiene su propia atmósfera. Desde el bullicio del paseo de Maspalomas hasta los bordes tranquilos del norte o el carácter industrial de Arinaga, todos tienen algo que contar.
Faro de Arinaga
Un faro moderno, industrial, erguido sobre una colina de lava seca y viento constante. El faro de Arinaga no busca gustar, y por eso acaba fascinando. Lo visité en un día de cielos limpios y mar inquieto, con el viento como único sonido.
Lo pinté desde el borde del sendero, con la brisa arrancando las páginas del cuaderno. Un lugar perfecto para observar sin prisa.
Lee la historia completa del Faro de Arinaga y su acuarela.

Faro de Melenara
Entre barcos de pescadores y aroma a pescado frito, el faro de Melenara asoma entre las rocas como una sorpresa. Es el más urbano y diferente del conjunto, con un entorno pintoresco y lleno de vida.
Desde el paseo marítimo, lo pinté con calma, acompañada por los colores intensos del atardecer y el bullicio de la playa. Un faro sencillo, pero muy humano.
Descubre el Faro de Melenara y la acuarela que surgió allí.

Faro de Punta Sardina
Mi favorito. El más solitario, el más norteño, el más fuerte. El faro de Punta Sardina corona un acantilado con presencia poderosa. El mar lo envuelve por tres costados y el cielo se abre como un lienzo.
Llegar hasta allí ya es una experiencia en sí misma. Lo pinté con emoción contenida, abrigada por el viento y por esa luz que solo se encuentra en los extremos de las islas.
Lee el relato completo del Faro de Punta Sardina y su acuarela.

Faro de Maspalomas
El Faro de Maspalomas fue el último de los faros que visité durante mi viaje a Gran Canaria. A diferencia de los anteriores, este se encuentra en pleno corazón turístico del sur de la isla, al final del paseo marítimo de Meloneras. Aquí no hay soledad ni viento salvaje: hay bullicio, terrazas, familias paseando y tiendas de ropa de verano. Y, sin embargo, entre ese ruido, el faro se alza con una elegancia solemne.
Este faro, de estructura clásica y gran altura, ha estado en funcionamiento desde finales del siglo XIX. Fue declarado Bien de Interés Cultural y hoy se puede visitar su interior, donde hay un pequeño centro expositivo.
Pintando el faro
Lo pinté desde la terraza de un Starbucks, con un té matcha entre las manos y el sol bajando lentamente. El mar estaba tranquilo y el ambiente, muy distinto a otros faros, era cálido y animado. A mi alrededor, turistas con chanclas, parejas tomando algo, niños jugando. Y aun así, conseguí desconectar y dejarme llevar por el trazo.
La luz era dorada, como si el faro también supiera que estaba cerrando el cuaderno de esta ruta. Fue una tarde tranquila, luminosa, sin dramatismos. Solo el faro y yo, en medio del movimiento.
Lee la historia completa del Faro de Maspalomas y su acuarela.

¿Te animas a crear tu propia ruta de faros?
Si estás planeando un viaje a Gran Canaria, incluir estos faros puede darte otra mirada sobre la isla: menos turística, más íntima y salvaje. Y si te gustan las acuarelas o los cuadernos de viaje, esta ruta es perfecta para llevar el pincel y la libreta contigo.
Cada faro es una pausa. Una pincelada. Una historia.
Todos los faros que aparecen en esta ruta están disponibles en acuarela original formato A4 y en prints tamaño A4. Si quieres llevarte un pedacito de esta luz atlántica a casa, puedes verlos en la eshop de Vagalume.